Este instrumento se encuentra actualmente en una tribuna que pudo pertenecer a un anterior coro alto, más primitivo que el actual. De esa forma, su caja ha quedado inaccesible en su parte frontal, siendo posible examinarlo únicamente desde su fachada izquierda y desde su contrafachada. Ésta tiene unos tablones desmontables que permiten reconocer sus elementos internos mecánicos y sonoros.
El órgano, embutido en una caja barroca, es de autoría desconocida, aunque pudiera atribuirse a Patricio Furriel, quien pudo realizarlo en torno a 1790.
Su fachada principal se compone de tres castillos de tubos, siendo el central de mayor tamaño. Solo quedan algunos tubos en dichos campos y algunos de graves en su interior. Bajo estos, los restos de una trompetería horizontal en V a dos filas de la que quedan apenas algunos tubos y el varillaje de sujección.
A un nivel inferior se halla la consola, en ventana, estando desaparecido su teclado. A ambos lados un grupo de tiradores de registros y, más abajo, una rodillera para accionamineto de la trompetería y la pedalera de contras. Curiosamente, tiene instalada a su derecha una palmatoria.
El fuelle se encuentra desaparecido, encontrándose un hueco en la parte inferior de la fachada izquierda que se supone sería la entrada del conducto de aire.
Las transmisiones del teclado y de cambios de registro son manuales.
Sobre la contrafachada y fachada derecha se distribuye gran cantidad de inscripciones irrelevantes o nombres.